La barriada de “la Bachillera” se
encuentra situada a la izquierda de la Avenida Doctor Fedriani. Los terrenos
eran propiedad particular y fueron cedidos a la Asociación de Caridad en 1948,
encontrándose en ellos unas doce vaquerías y algunas chabolas y huertas.
Tras la gestión realizada por la
asociación se suprimieron las vaquerías y los terrenos fueron alquilados por
poco precio a familias provenientes del casco antiguo y Triana.
En un principio los terrenos
fueron alquilados por declaración o inspección de los metros cuadrados ocupados
pagando por ellos alquileres bajos. Los vecinos comenzaron el proceso de
edificación, pasando a su propiedad los inmuebles construidos. El proceso de
crecimiento ha seguido los cauces orgánicos de adicción de estancias para
obtener una adecuación máxima a las necesidades paulatinas de los habitantes y
a una economía basada en unos mínimos costes y una forma de ahorro por
inversión del trabajo familiar.
Las parcelas no se ajustan a
ninguna tipología, oscilando la media alrededor de 34 m². Se distinguen dos
tipos de parcelas respecto al uso de las mismas. Las pequeñas, hasta 80 m² para
vivienda y las mayores, situadas junto a los terrenos de protección del
ferrocarril, desarrollan además de viviendas algún tipo de pequeña actividad
agrícola o ganadera en construcciones de material no perdurable.
Peculiaridades
Existe un gran
sentimiento de “getto” cerrado en los habitantes, a esto contribuye la escasa
accesibilidad del barrio y su trazado viario complejo.
Calidad de vida
Aparece como
un barrio equilibrado, salvando los inconvenientes del abastecimiento y
equipamientos, a partir de estas premisas la vida de relación y convivencia
ciudadana es alta. Los numerosos bares sirven de centro de reunión y la calle
se usa como prolongación de la pequeña vivienda. Las pequeñas zonas libres como
espacios de juego de niños y zonas de estar contribuyen al uso urbano del
conjunto.
Marginación
Existen dos causas fundamentales que sitúan el
barrio como núcleo marginal, primero su situación con difícil accesibilidad,
segundo no está servida por el servicio de autobuses urbanos.
El grado de peligrosidad para los residentes es
alto debido al tendido de líneas de alta tensión., en su extremo Norte y al
continuo paso de ferrocarriles por las vías próximas que delimitaban la fachada
oeste del barrio.
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